Disertación del filósofo Santiago Kovadloff

El Desafío de Provenir del Futuro El filósofo y escritor Santiago Kovadloff manifestó durante su disertación que “la Argentina está enferma de falta de imaginación”, y aseguró que “una nación es interesante por la imaginación con que resuelve sus problemas” y señaló “Progreso es la capacidad de superar dificultades y descubrir problemas nuevos En su participación, el filósofo expuso sobre problemas vinculados al desafío de porvenir el futuro. “Estamos enfermos por la disociación entre ética y eficacia, privilegiamos eficacia en detrimento de la ética”, aseveró el filósofo, quien aseguró que “nuestros problemas son graves, pero no interesantes, repetimos lo que ya probamos a fin de durar y no de vivir”. Según Kovadloff, el país “adolece de falta de concepción profunda que debemos formar para dar vida a valores sociales”. “Necesitamos sujetos nuevos. Necesitamos convertirnos en una nación que además de tener problemas serios, tenga problemas interesantes y para eso debemos hablar de progreso”, afirmó el filósofo. En este sentido, indicó que “progreso es la capacidad de superar dificultades y descubrir problemas nuevos”. “Cuando la potencia imaginativa es limitada quedamos atrapados en la coyuntura que es la inmediatez, obligándonos a vivir atados a la mediatez del instante”, afirmó el filósofo. “La Argentina está más cerca del siglo XX que del XXI. No hemos sabido darle al conocimiento el papel que debe tener y nos hemos convertido en una sociedad poco interesante por la cantidad de problemas que produce”, manifestó el escritor. Por ello, afirmó que “ser progresista es renovar el repertorio problemático”, al tiempo que “el diálogo es el tipo de relación fecunda que entablan los seres humanos para crear problemas comunes”. Y agregó que “necesitamos sentido crítico de nuestros fracasos. Ricas son las naciones que aprendieron de sus errores”, afirmó. Por otra parte, Kovadloff advirtió que “la Argentina sigue estando más cerca de ser un conglomerado que una nación, porque no hemos sabido transitar del pensamiento caudillesco al democrático soberano, porque nuestras dirigencias políticas han tenido carácter corporativo”.